lunes, 14 de marzo de 2011

La caja de Pandora

La mitología griega cuenta la historia de cómo los hombres y los dioses se separaron, de cómo Prometeo urdió un engaño para que los dioses recibieran sólo los huesos de los sacrificios, quedándose carne y vísceras. Esto enfadó sobremanera a Zeus, y la venganza llegó en forma de mujer (ministras prescindibles, a mí no me miren, busquen al autor del mito). Quedémonos con la versión que relata cómo Zeus regaló a Pandora, la Eva olímpica, esposa de Prometeo, una caja, con la advertencia de que no debía abrirla. Pero la curiosidad mató al gato y, al abrirla, quedaron libres todos los males del mundo. También dice una versión que cerró la caja, quedando dentro la esperanza.

Se dice... se rumorea... se publica, en resumidas cuentas, que el Real Madrid va a pedir mayor seriedad en la lucha contra el dopaje. Efectivamente, las informaciones sobre los controles antidóping en el fútbol español dejan mucho que desear, y sería bueno que una noticia así no se viese salpicada de la típica bilis que rezuma la Liga BBVA. Pero no es así, en una postura que retrata bastante bien qué está sucediendo en nuestra sociedad: todo vale para echárselo en cara al adversario, dividiéndonos en dos bandos, en una polarización extrema. Si el Madrid reclama mejoras en los controles, es para salpicar de mugre los éxitos de los rivales, acusando tácita y no tan tácitamente -según se desprende de las reacciones- a todos aquellos que osaron vencerle.

Pero como esas insinuaciones contaminan la necesidad de una lucha real más que efectista, vamos a despojar a un sistema tramposo de las banderas y trincheras, vayamos atrás en el tiempo. No, no hace falta retroceder hasta la Antigua Grecia, bastará con buscar en las hemerotecas el pasado verano. Porque éste no es un país que sea conocido en el exterior por su deportividad, ni siquiera por la brillantez de nuestros deportistas, sino por su tolerancia con las trampas, un país que respalda a los jugadores de ventaja. ¿Qué consecuencias tuvieron las grabaciones en las que se explicaba con pelos y señales la compra de partidos que ha permitido al Hércules estar en primera división? Ninguna. Como tampoco nadie ya recuerda que hubo un amago de investigación de un partido del Levante frente al Athletic de Bilbao, o de otro del Rayo Vallecano contra Las Palmas. Por supuesto, agua de borrajas.

No, no se quiere hablar de eso -ni del dopaje- con seriedad porque abriría una caja de Pandora de la que saldrían las miserias de nuestro fútbol, las mentiras de "la mejor Liga del Mundo", lo cual repercutiría muy negativamente en las cuentas de resultados al quedar destrozada su credibilidad. Porque es la falta de credibilidad el mayor de los males. Y, como Pandora, permiten que esos males campen a sus anchas, impidiendo que la esperanza en forma de catarsis que limpie nuestro deporte, salga, quedando prisionera de sus intereses.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Culpables

Dedicado a la Ciudad de Jerez

Este es un blog de fútbol y así seguirá siendo. Pero cuando el fútbol se ve salpicado por actuaciones judiciales, políticas y económicas, no queda más remedio que dedicarle unas líneas a esos asuntos.

Hace 60 años, se fundó el Jerez Industrial. Hoy, la venencia sirve para terminar de abrir la fosa en la que se enterrarán sus restos. Es hora de buscar al enterrador. Porque todo esto no es nuevo, no debería sorprender a nadie, los problemas empezaron hace más de 20 años. Que le pregunten a Francisco Narbona o a Ricardo García cuya no precisamente buena gestión es sólo el primero de los componentes de la ecuación.

La crisis que ha vivido el Industrial en las últimas décadas ha tenido momentos especialmente lamentables, como la temporada pasada, con los jugadores entrenándose en la puerta del vicepresidente por la falta de pago. Como he leído en algún sitio, “jugadores de 2ªB con sueldos de 2ª”. Añado que con ingresos de Tercera.

El Jerez Industrial ha aparecido en medios internacionales gracias a la colaboración con la Glenn Hoddle Academy. Algunos no han tenido (injustamente) palabras amables, los aficionados no es que se sintieran muy identificados con el British Industrial, pero es innegable que se trataba de una operación en la que todas las partes ganaban: el club tendría una plantilla joven y, sobre todo, gratis, mientras la GHA tenía un escaparate donde promocionar a sus jugadores mientras adquirían una valiosa experiencia (jugar en según qué campos de Tercera te curte más que La Masía y la Ciudad Deportiva juntas). Y ahora, se han ido.

Si todos ganaban, ¿cuál ha sido el problema? Obviamente, hay uno muy grave: las deudas que arrastra el club, que para la próxima temporada ascienden a más de un cuarto de millón de euros, calderilla comparada con las de casi todos los equipos de categorías profesionales, pero insostenible para un Tercera. Glenn Hoddle aportó 160.000 euros para que el Industrial pudiera hacer frente a unos pagos asegurando su continuidad y el Ayuntamiento de Jerez ejerció de político: garantizó la devolución de esa cantidad a primeros de marzo del 2011, aun a sabiendas que la situación de las arcas municipales no iba a permitirlo. ¿O acaso creían que iba a producirse el milagro de los céntimos y los euros en Jerez? Lo primero que pensé fue que Hoddle no sabía de quién estaba fiándose.

Por supuesto que la deuda no es culpa del Ayuntamiento, pero asumieron compromisos que no podían mantener como en el cumplimiento de sus obligaciones (más importantes que el fútbol, por cierto) en servicios como la iluminación urbana o, aún más grave, el pago de las nóminas a sus empleados. La irresponsabilidad del Ayuntamiento (Gabriel Selma, Ainhoa Gil, esto va por vosotros) ha acabado de un plumazo con dos componentes del deporte en Jerez: el Jerez Industrial (al que ya se le tendieron cables en el pasado) y la Glenn Hoddle Academy. Y todo por decir lo que se quería oír, cuando era más importante decir la verdad.

¿Qué ha hecho Pilar Sánchez por Jerez? Han hecho mucho con el proyecto de la Ciudad del Fútbol… financiado por la Diputación. Sus proyectos han sido exclusivamente de fomento de grandes superficies que han dañado irreversiblemente al comercio jerezano, empleo con muy poco valor añadido y que hace que el sector industrial de la ciudad no se corresponda con el de una ciudad de casi un cuarto de millón de habitantes. Eso sí, está centrada en sus luchas por encabezar una lista con “su gente”. Como decía Sir Winston Churchill, “la diferencia entre un político y un estadista es que un político actúa pensando en la próxima elección y un estadista lo hace pensando en la próxima generación”.

Ojo, que la situación que se encontró la alcaldesa no era precisamente buena, que lo que arrastra el Ayuntamiento desde que llegó la democracia es herencia de Pedro Pacheco, con quién, por cierto, Pilar Sánchez llegó a un acuerdo para rompiera el pacto de gobierno que tenía con María José García Pelayo (PP) y proceder al reparto: el Ayuntamiento para el PSOE y la Gerencia Municipal de Urbanismo –qué curioso que quisiera ésa- para Pacheco. Y de las cuentas de los años de gobierno del entonces líder del PSA no se ha sabido nada. De sus consecuencias, sí, que gran parte de los lodos del Xerez Deportivo vienen de aquellos polvos. Pero no olvidemos que la única responsabilidad que se exige a los políticos está en las urnas, algo que debería cambiar, que el mayor de los problemas de España es la falta de responsabilidad, no sólo en los gestores sino en todos los ciudadanos.

¿Hay responsabilidad parte del Ayuntamiento? Sí, por prometer lo que ya sabían que no se podría cumplir. ¿Hay responsabilidad por parte de Glenn Hoddle? Sí, por confiar en el Ayuntamiento ha tenido que cerrar la actividad en Jerez. ¿Hay responsabilidad en el Industrial? La máxima, por tantos años de desmanes y pésima gestión. El Jerez Industrial está herido de muerte, sólo falta ponerle rostro a quien le dé sepultura, porque ya sabemos quiénes han abierto la fosa.

viernes, 4 de marzo de 2011

Murphy es Toffee

Hace poco más de dos años... parece una eternidad, o al menos así nos parece a los Toffees, desde que una maldita tarde de febrero el Everton visitó St James' Park. Ese día, Murphy decidió que era fan de los de Goodison y ahí empezó la maldición.

En realidad, habían empezado a torcerse el último día de noviembre del año anterior, cuando Yakubu sufrió una rotura del tendón de aquiles, lesión que ha superado, sí, aunque nunca ha vuelto a ser el mismo. Su sustituto, Saha, también se retiró lesionado.

Las cosas ya comenzaron torcidas, recuerdo que me costó horrores conseguir un stream decente, me perdí casi todo el primer tiempo. Ya al final, cuando logré conectar, lo primero que ví fue una entrada criminal de Kevin Nolan sobre Victor Anichebe. En el parón subsiguiente, noté la presencia en el terreno de Segundo Castillo y un sudor frío recorrió mi espalda. Me lancé sobre la página de la liga fantástica para comprobar las estadísticas y mis temores crecieron: Arteta había sido sustituido por el ecuatoriano, indudablemente por lesión. Fueron minutos de angustia hasta que aparecieron las primeras noticias, nada alagüeñas: Arteta sufría una lesión de rodilla. No volvería a jugar hasta casi un año después.

Anichebe también salió muy mal parado, su baja se prolongó 11 meses con constantes recaídas, e incluso derivó en una demanda contra el violento jugador de los Magpies, resuelta recientemente con un acuerdo extrajudicial cuyos detalles no han trascendido. Siendo sinceros, la lesión de Anichebe es especialmente lamentable por producirse por una entrada violenta y antideportiva, si bien no creo que tuviera incidencia en los resultados posteriores. La del donostiarra sí se puede considerar clave: acababa de ser elegido mejor jugador de la 5ª ronda de la FA Cup con un maravilloso partido, una auténtica exhibición frente al Aston Villa -cuando los Villanos estaban en un momento realmente dulce-.



El equipo pudo aferrarse a la clasificación europea vía puesto (5º) en la Premier, incluso eliminó al Manchester United en semifinales de la FA Cup -por penalties, eso sí-. Pero las desgracias iban a continuar unos días después, Phil Jagielka, el central inglés que estaba cuajando una temporada sensacional, sufrió una rotura de ligamentos, uniéndose así a la lista de bajas de muy larga duración.



Y llegó la final contra el Chelsea, que comenzó con un gol de Louis Saha a los 25 segundos, pero las ausencias pesaron enormemente: cuando nuestra banda derecha estaba compuesta por Osman -horror- y por Hibbert -¡doble horror!- añadiendo la presencia de Yobo -¡infinito horror!- en el centro de la zaga, era cuestión de tiempo que los londinenses remontaran el marcador.

El gol de Drogba es especialmente representativo de lo que habríamos de ver en los meses siguientes y que aún perdura, el costamarfileño remata solo al borde del área de meta mientras Yobo y Lescott no tenían claro quién debía defenderle. Falta de concentración, comunicación y orden defensivo. Lo hemos visto ya tantas veces que nuestras retinas duelen por ello.

Y llegó la temporada siguiente, nuestras esperanzas se vieron truncadas al tener que intervenir de nuevo a Arteta por culpa de una infección en la rodilla, un caso rarísimo, pero que a esas alturas ya no tenía capacidad de sorprendernos: estaba claro que Murphy era Toffee. Arranque lento, con muchos puntos perdidos en partidos que debíamos ganar sí o sí... hasta que en noviembre reapareció Jagielka. Retomábamos la esperanza y se vieron mejoras importantes, como el buen nivel mostrado por Fellaini.



Se cayó en Goodison frente al Birmingham City en la FA Cup, aunque ese día se recordará por la emocionante vuelta de Mikel Arteta. Ya estábamos en enero de 2010. Aún no estaba en perfectas condiciones, pero esos 15 minutos nos supieron a gloria, pensábamos que se acababan los malos momentos. Que el español tuviera minutos limitados era normal, una lesión de ligamentos es posiblemente la peor que pueda sufrir un deportista, así que deberíamos verle volver poco a poco. Pero no, no iba a ser posible porque Fellaini, que estaba mostrándose en muy buena forma y finalmente adaptado a la Premier, sufrió una grave lesión de tobillo en el derby acabando en febrero su temporada. Igual que este año.

No creo en la suerte, los resultados son fruto del trabajo, pero la adversidad sí que existe. Y la mala racha Toffee comenzó un 22 de febrero de 2009 en St James' Park. Aun hoy dura. Esperemos que la visita del 5 de marzo de 2011 ponga punto final y Murphy decida cambiar de colores.